Ficha técnica
Año: 2010
Duración: 117 minutos
País: Australia
Género: Drama
Estudio: A contracorriente Films
Esta película está basada en hechos reales, la historia de Li Cunxin,
adaptada de su autobiografía “Mao’s last dancer”. Li Cunxin nació en 1961 en
Qingdao, en el corazón de la china maoísta. Sus padres eran pobres campesinos,
cuando Li tenía once años, fue seleccionado por unos delegados del partido
comunista para irse a la Academia Oficial de Danza de Beijing. Allí se convirtió
en un bailarín extraordinario, lo que propició que en 1979 fuera invitado a una
estancia becada, de tres meses a la Academia de Baile de Houston, en Texas (EE.UU.).
En Houston se enamora de otra bailarina, y el amor y su arte harán que Cunxin
desee quedarse para siempre en ese país, pero para ello tendrá que sufrir
grandes contrariedades y temer por su familia que permanece en China. Ya que el
consulado chino no va a permitir semejante traición y harán lo que sea para
llevar a Li de vuelta a la tierra de Mao. Cunxin al fin triunfa como bailarín,
con el nuevo régimen chino, e incluso puede recuperar a sus padres.
En El último bailarín de Mao es
precisamente su localización China, lo que hace que las casi dos horas de
ficción basada en un hecho real sean cautivadores y sumamente didácticas. Una película en la que se ve a China como una población sometida al duro control
ideológico de una dictadura. El conflicto que mueve constantemente la trama es
el existente entre política y arte. ¿Debe ser el arte el instrumento al
servicio de una ideología? ¿Son los artistas marionetas en el juego político?
¿Cuáles son los beneficios que obtienen los países de las hazañas de sus
bailarines, pintores…?
Todas estas preguntas son respondidas puntualmente a lo largo de la
película. Desde cómo un niño desnutrido es llevado a Pekín, dónde es instruido
en la disciplina del ballet clásico a la par que es educado en los conceptos de
la Larga Marcha maoísta. En EEUU el ya convertido en bailarín de prestigio,
tendrá que elegir entre su proyección artística internacional y sus raíces. Li Cunxin
es utilizado al servicio de los propios intereses del consulado y del
ministerio de cultura chinos. Ellos, sabiendo que Li teme por lo que pueda
ocurrir a su familia en China, se sirven de sus miedos para convertirlo en el
Baryshnikov (reconocido como el mejor bailarín del ballet del mundo) chino.
Con el afán de trabajo y esfuerzo, recuerda en parte al documental de El esfuerzo y el ánimo donde todos estos ingredientes se mezclan y hacen del ballet un apasionante, vital y atractivo mundo de la danza pero también es una historia de superación personal, personas que pelean por salir adelante. Esta película tierna y entrañable se mezcla con el arte y los regímenes
dictatoriales, el entrenamiento constante, el esfuerzo del joven Cunxin, el
trabajo y la superación, que hacen a la película digna de ver y disfrutar.
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