El
teatro del oprimido (TDO) es un método teatral sistematizado por el dramaturgo,
actor, director y pedagogo teatral brasileño Augusto Boal en los años 60.
Este
tipo de teatro consiste en un sistema de ejercicios físicos, de juegos
estéticos, de técnicas de imagen e improvisación donde construir los medios
artísticos del teatro al servicio de una pedagogía de la responsabilidad y la
autonomía. Esta propuesta cree que cada individuo está capacitado para enunciar
propuestas indispensables sobre sus caminos.
Es una técnica en la que se lleva a cabo una
interacción actor-audiencia. A mitad del trabajo teatral se detienen los
actores en el escenario, para preguntarle a la gente una solución para la
situación o problema. Este método promueve el diálogo y tumba las barreras que
dividen al actor de la audiencia. La
audiencia tiene la capacidad para dirigir el curso de la obra.
El
Teatro del Oprimido ayuda a los seres humanos a recuperar un lenguaje que ya
poseen, aprender a vivir en la sociedad jugando al teatro. Aprender como
sentir, sintiendo; como pensar, pensando; como actuar, actuando. Es un ensayo
para la realidad.
“Nuestro deseo es conocer mejor el mundo en
el que vivimos, para poder transformarlo de la mejor manera. El teatro es una
forma de conocimiento y debe ser también un medio de transformar la sociedad.
Puede ayudarnos a construir el futuro en vez de esperar pasivamente a que
llegue.”
Augusto Boal
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